El envejecimiento cutáneo se produce debido al proceso natural de evolución de la piel. Las señales del envejecimiento son las líneas de expresión, las arrugas y la falta de elasticidad.

La edad en la que se produce depende de factores genéticos, del cuidado de la piel del rostro en la adolescencia, de factores externos como la contaminación, la exposición prolongada al sol, la mala alimentación, el cigarrillo y un estilo de vida estresante.

A partir de los 30 años aproximadamente, se disminuyen los niveles de producción de ácido hialurónico y colágeno y el resultado es la aparición de las arrugas, piel opaca o falta de luminosidad, flacidez facial con apariencia de cansancio y pérdida del contorno facial.